Saltar al contenido

Salmo 90: Reflexión Bíblica ¡El Poder de Dios!

Bendiciones, hermanos, hemos traído una hermosa reflexión de la Palabra de Dios que bendecirá tu vida , el Salmo nos ha dado y nos seguirá dando bendiciones espirituales y promesas que el Padre nos ha dejado, que en esta ocasión el Salmos 90 nos da una linda enseñanza sobre el gran poder que tiene Dios sobre todo y nuestra vida también, que sea de bendición.

Estudio bíblico sobre el Salmo 90: el poder de Dios y la pequeñez del hombre

Salmo 90:1-2

Señor, tú has sido nuestro refugio generación tras generación. Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios.

El salmista, Moisés, empieza su salmo enalteciendo a Dios y mencionando varias de sus características. Dios es poderoso para ser refugio y ayuda a los necesitados por todas las generaciones. Al momento de leer la Biblia y a través de toda la historia podemos darnos cuenta la fidelidad de Dios para con su pueblo, generación tras generación.

Dios ha estado y estará por siempre con sus hijos. Él creó el mundo y todo lo que existe, por ello, Dios existe desde la eternidad y existirá por toda la eternidad. Él es y será Dios por siempre.

El poder de Dios ante el hombre

Salmo 90:3-6

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, cuando dices: «¡Vuélvanse al polvo, mortales!» Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche. Arrasas a los mortales. Son como un sueño. Nacen por la mañana, como la hierba que al amanecer brota lozana y por la noche ya está marchita y seca.

Estos versículos presentan un contraste entre la vida del ser humano y la vida de Dios. Nosotros somos efímeros y frágiles, fuimos formados del polvo y tenemos los días contados. Sin embargo, Dios es eterno. Él no sufre con el paso del tiempo como nos sucede a nosotros. Dios hasta tiene poder para mandarnos de vuelta al polvo del que fuimos hechos.

A veces confiamos demasiado en nuestras propias capacidades, pensamos que somos poderosos o suficientes para hacer todo lo que queremos. Pero la realidad no es esa. Solo Dios puede hacer todo lo que desea. Él ve cómo suceden y se cumplen las cosas conforme a su plan, mientras que nuestros días y nuestra vida física terminarán en algún momento. Hay cosas que anhelamos ver en esta tierra, pero nadie puede asegurarnos que las veremos.

Salmo 90:7-10

Tu ira en verdad nos consume, tu indignación nos aterra. Ante ti has puesto nuestras iniquidades; a la luz de tu presencia, nuestros pecados secretos. Por causa de tu ira se nos va la vida entera; se esfuman nuestros años como un suspiro. Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás alcancemos hasta los ochenta, si las fuerzas nos acompañan. Tantos años de vida, sin embargo, solo traen pesadas cargas y calamidades: pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros.

La justicia de Dios es soberana. En primer lugar, Moisés nos muestra que Dios conoce muy bien nuestros pecados y no podemos esconder ninguno de ellos. El pecado es una ofensa a Dios y él los conoce todos.

En segundo lugar, como Dios conoce todos los pecados y es extremadamente justo, nosotros sufrimos las consecuencias de nuestros errores y dependemos de su bondad. Deberíamos humillarnos y sentirnos avergonzados ante la justicia y la bondad de Dios. Es únicamente a través del perdón de Cristo que lograremos estar delante de nuestro Creador perfecto.

Es importante mencionar que Moisés no está imponiendo límite de edad para las personas en el versículo 10. Él está diciendo de manera genérica que la vejez llega y que algunos viven más años que otros. El propio Moisés vivió mucho más de ochenta años. El enfoque de ese versículo es que el sufrimiento es parte de la vida y quien viva hasta una edad avanzada lo comprobará.

Salmo 90:11-16

¿Quién puede comprender el furor de tu enojo? ¡Tú ira es tan grande como el temor que se te debe! Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. ¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros? ¡Compadécete ya de tus siervos! Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría. Días y años nos has afligido, nos has hecho sufrir; ¡Devuélvenos ahora ese tiempo en alegría! ¡Sean manifiestas tus obras a tus siervos, y tu esplendor a sus descendientes!

Aquí están las peticiones del salmo. Luego de constatar y exaltar las características de Dios, Moisés pasa a pedir ciertas cosas. ¡Sus peticiones son asombrosas!

Enseñarnos a contar nuestros días para que nuestro corazón adquiera sabiduría es una petición de saber cómo vivir mejor teniendo clara la noción de nuestra posición en la creación.

“Compadécete de tus siervos” parece ser el pedido principal de Moisés, especialmente después de mostrar que Dios tiene completo conocimiento de los pecados de todos. La compasión de Dios se demostró de forma victoriosa en la muerte y resurrección de Jesús.

En seguida él pasa a pedir satisfacción y alegría para los siervos de Dios. Satisfacción en Dios y alegría en él por todo lo que él ha hecho. Dios es, y debe ser, el motivo principal de alegría y satisfacción en nuestras vidas.

Salmo 90:17

Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos.

Gran poder de Dios

Esperamos que esta hermosa reflexión sea de bendición a tu vida y que entiendas que de la misma manera, nosotros también podemos pedirle a Dios que fortalezca la obra de nuestras manos. Nuestra oración debe ser que podamos transmitir el evangelio de Dios de una forma efectiva que le glorifique a él en todo momento.

Reflexión sobre el poder de Dios

5/5 - (1 voto)