Hola, Dios te bendiga. En esta ocasión te presentamos un tema muy interesante, básicamente estaremos tratando el tema sobre los líderes que se apartaron de su llamado, de aquellos líderes que no obedecieron la voz de Dios, esperamos que este artículo sea de mucha ayuda a tu vida, que tomes un claro ejemplo de lo que no tienes que hacer, que sea de bendición.
Ejemplos de Malos Líderes en la Biblia
La Palabra de Dios está llena de distintas y grandiosas historias de hombres y mujeres que, a pesar de su humanidad, quisieron acercarse y servir a Dios, transformando a si la historia de su nación, sin embargo, también encontramos Ejemplos de malos líderes en la Biblia.
Podemos cuestionarnos, cuál es la finalidad de encontrar este tipo de acontecimientos en las Sagradas Escrituras, y la respuesta es clara, Servir y ser un Líder de Dios depende de cómo esta nuestro corazón ante Él cada día, y como pequeñas decisiones, e incluso hábitos, pueden marcar nuestro destino e impactar negativamente en nuestros semejantes.
Ejemplos de Malos Líderes en la Biblia
Aunque sea vea increíble, existen ejemplos de malos líderes en la Biblia cuyo proceder llevo a su familia y a su pueblo al desastre pues se desviaron del propósito de Dios.
Es muy lamentable y a lo que debemos prestar especial atención, pues al ser líderes al servicio de Dios a veces nos afanamos tanto en las cosas que debemos hacer que descuidamos lo más importante, nuestra comunión con Dios y el sacerdocio y liderazgo que por obligación tenemos dentro de nuestros hogares.
Por ello, esperamos que las historias que verás en la parte de abajo, puedan transformar tu vida y te sirvan de lección, e incluso las puedas compartir con los demás. Entendiendo que, si nos descuidamos, no estaremos exentos de pasar situaciones similares pues estos ejemplos de malos líderes en la Biblia, fueron todos líderes escogidos por Dios para marcar la diferencia.
1. El liderazgo comienza en tu Hogar
El sacerdote Elí, fue un hombre que Dios levantó para que oficiara en su templo, y paso toda su vida al servicio de Dios, sus labores incluían muchas ocupaciones que prácticamente absolvían su día entero.
Incluso, a todos los que estaban al servicio del templo debían tener una relación íntima con Dios pues el que no era calificado simplemente podían morir heridos por Dios en cualquier momento.
Mencionando también que el sacerdocio pasaba de generación en generación, por ello, los hijos de Eli, serían los próximos sacerdotes del templo, sin embargo, encontramos esta triste afirmación en la Biblia:
1 Samuel 2:12
Los hijos de Elí eran unos perversos que no tomaban en cuenta al Señor.
Elí no mantuvo el sacerdocio en su hogar
Es importante prestar especial atención, en qué momento abandonamos el liderazgo en nuestros hogares, al punto que no somos un ejemplo y una referencia sentida para nuestra pareja e hijos.
El principal liderazgo al que estamos llamado es en nuestros hogares, haciendo que las personas que viven con nosotros conozcan al Señor y no pasemos como Elí, siendo un mal ejemplo de liderazgo.
1 Samuel 2:22
Elí, ya era muy anciano, se enteró de todo lo que sus hijos le estaban haciendo al pueblo de Israel, incluso de que se acostaban con las mujeres que servían a la entrada del santuario.
Es importante analizar en qué condiciones están nuestros hijos, tanto sanguíneos como espirituales, y estar constantemente atentos a ellos, de modo que no nos ocurra lo que le ocurrió a este sacerdote, quien se dió cuenta muy entrado en años lo que estaba sucediendo con sus hijos.
1 Samuel 2:31
Yo, el Señor, Dios de Israel, lo afirmo. Yo honro a los que me honran, y humillo a los que me desprecian. En efecto, se acerca el día en que acabaré con tu poder y con el de tu familia; Ninguno de tus descendientes llegará a viejo
Esto hace que analicemos y preguntemos, en cuántos hogares está ocurriendo esto, cuantos padres lamentablemente se dan cuenta de qué hay en el corazón de sus hijos cuando ya es demasiado tarde. Debemos ser líderes preocupados y ocupados en la labor más importante, vigilar y criar con amor y disciplina a nuestros hijos, pues la consecuencia de esta desobediencia pesará sobre ellos, y con dolor sobre nosotros.
2. El primer lugar siempre lo debe ocupar Dios
Cuando vemos la cronología de los reyes de Israel el pueblo escogido por Dios, bien sea en los libros de Crónicas, o en los libros de los Reyes, vemos que, aunque venían de un linaje santo elegido por Dios para gobernar con sabiduría, y amor a su pueblo.
Gran parte de ellos se desvió de los caminos del Señor, llevando al pueblo elegido de Dios a pecar, acarreando maldiciones sobre ellos, e incluso hasta el exilio.
La razón, se dejaron corromper, dejaron de poner a Dios en el primer lugar de sus vidas y de su adoración, no fueron totalmente obedientes a los mandatos de Dios, provocando la corrupción y la perversión en sus vidas y principalmente en sus corazones, fueron ejemplos de malos líderes en la Biblia, al no vivir apartados para nuestro Dios, que es un Dios celoso y fuego consumidor.
Josafat, No pudo quitar los Altares
1 Reyes 22:42
Josafat tenía treinta y cinco años cuando empezó a reinar, y reinó en Jerusalén veinticinco años. El nombre de su madre era Azuba hija de Siljí. Siempre siguió el buen ejemplo de su padre Asá, y nunca se desvió de él, sino que hizo lo que agrada al Señor. Pero, no se quitaron los santuarios paganos, de modo que el pueblo siguió ofreciendo allí sacrificios e incienso quemado.
Dentro de los pocos reyes que hicieron lo bueno delante de Dios esta Josafat, quien a pesar de que hizo lo bueno delante de los ojos del Señor, no quito los altares paganos, acarreando que el pueblo siguiera pecando en contra del señor.
La historia de Josafat es un ejemplo claro a nuestra vida sobre de la importancia de apartar nuestras vidas para Dios, y desaparecer esos hábitos que nos alejan de Dios y nos evitan de la bendición de Dios.
Esperamos que este tema se de ayuda a tu vida, es importante tomar nota sobre las historias que nos cuenta la Biblia para que no comentamos el mismo error que estos personajes, si Dios te concede un liderazgo, trata de estar en comunión constante con Dios para que te de la sabiduría divina y puedas llevar un liderazgo adecuado y de agrado ante los ojos de Dios.