Hoy te contamos la historia del pecado de Adán y Eva con citas bíblicas para que puedas explicarles a los niños.
Dios creó el primer hombre, Adán, y lo puso en el jardín llamado Edén. Luego, creó a la primera mujer, Eva, como compañera para Adán. Dios les dio todo lo que necesitaban para vivir felices, pero les dio una única prohibición: no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal.
«De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.» (Génesis 2:16-17).
Llega la tentación
Un día, Satanás (también llamado la serpiente) tentó a Eva para que comiera del árbol prohibido. La serpiente le dijo que no morirían si comían del árbol, sino que serían como Dios. Eva, engañada por la serpiente, tomó del fruto del árbol y lo comió. Luego, ofreció el fruto a Adán, quien también comió.
Se consuma el pecado
«La mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, así que tomó del fruto y comió. Entonces dio también a su marido con ella, y él comió.» (Génesis 3:6).
La consecuencia
Después de desobedecer a Dios, Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos y se sintieron avergonzados. Cuando Dios los buscó en el jardín, ellos se escondieron. Dios los encontró y les preguntó por qué se habían escondido. Adán admitió que habían comido del árbol prohibido y culpó a Eva. Eva, a su vez, culpó a la serpiente.
«El hombre dijo: ‘La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol y yo comí’. Y Dios dijo a la mujer: ‘¿Qué es esto que has hecho?’ Y la mujer dijo: ‘La serpiente me engañó, y yo comí’». (Génesis 3:12-13).
Como castigo por su desobediencia, Dios expulsó a Adán y Eva del jardín y les impuso dificultades para obtener su sustento. Desde entonces, todos los seres humanos hemos nacido con una inclinación al pecado.
«Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.» (Génesis 3:24)
Esta es la historia del pecado de Adán y Eva. Nos enseña que debemos obedecer a Dios y no dejar que las tentaciones nos alejen de su camino. También nos muestra que Dios es misericordioso y nos da la oportunidad de arrepentirnos de nuestros errores y pedir perdón.