Michael Kingston, una mujer de Nueva York se encuentra agradecida de tener en sus manos el dispositivo anti violación, al salvarle la vida de un asalto y brutal abuso. Ella se encontraba de camino a casa del trabajo en la tarde del sábado, cuando un hombre la agarró y llevó a un callejón.
“Todo pasó muy rápido, no pude gritar, puso su mano sobre mi boca y me amenazó con un cuchillo. Estuve calmada confiada que tendría el karma que tenia merecido”. Se refiere a karma a un dispositivo anti violación que su abuelo compro para que estuviera a salvo a donde quiera que fuera.
Al principio ella se molestó por lo que le había dado a su abuelo, pero después lo aceptó. Su querido abuelo dijo que ella es una joven hermosa y a sus 18 años no quería que destruyeran su vida. Miles de mujeres caminan por las calles y son violadas sin que tengan su merecido los culpables.
Kingston dice que en el momento en el que la víctima penetra el dispositivo corta sus genitales con ayuda de 6 cuchillas en un corte limpio, contando una vez más cuando intentan sacarlo. De forma rápida el perpetuado cae al piso gritando con gran agonía, momento que aprovecha la joven para darle de golpes y llamar a la policía desde su celular.
De forma inmediata Ronald Steadway de 38 años fue llevado al hospital más cercano en donde le realizaron una cirugía, removiendo su miembro. Después de que se recuperara la policía lo trasladó a la cárcel sin que pudiera pagar su fianza.
Un dispositivo que consta de una funda de plástico que tiene en su interior con aristas de forma de sierra que atrapan al miembro cuando se introduce. Se introduce en el interior de la parte íntima de la mujer como un tampón y no causa daños internos, mientras que en los hombres puede dejar cicatrices o como este caso la mutilación.