La palabra de Dios dice: El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Salmos 145:18. Esta cita nos recuerda el poder de una oración efectiva, cuando oramos guiados por el Espíritu Santo.
Y qué mejor que estas oraciones vayan en pro del bienestar de una madre. Esta persona especial merece que oremos por ella siempre, por ello estas oraciones de ejemplo que vamos a dejar a continuación te pueden servir de gran ayuda para que puedas bendecir la vida de tu madrecita. Son oraciones cristianas de amor y paz.
Oración para una madre enferma
Si estás buscando imágenes de oración para una madre enferma, nosotros te las proporcionamos, es más este texto es para ti: «Dios todopoderoso, pido la sanidad para esta persona que tanto quiero, pon tu mano sanadora sobre su cuerpo débil». Has esa oración creyendo y pide a la persona afectada de salud que crea con todo su corazón y verás la gloria de Dios.
Oración a una madre viva
Tenemos una hermosa oración para las madres, recuerda orar a Dios con fe: «como madre me presento ante ti, Dios de la vida, porque en mis hijos me has dado el don más hermoso, el regalo más grande, pero también son para mí el mayor compromiso. Dame fortaleza y ternura, para saber guiarlos por el camino del bien conforme a tu enseñanza. Dame deprendimiento para que nunca el egoísmo se apodere de mí. Dame entereza para dejarlos ir cuando llegue el momento en que ellos tengan que realizar su vida.
Oración a las madres vivas
Oración de un hijo a su madre

Oración especial para el día de la madre
Si buscas oraciones para el día de la madre, has llegado al lugar correcto, tenemos varias que podrás dedicar a tu madrecita.
Oración para una madre fallecida
Nos han solicitado oraciones para las madres fallecidas, y tenemos una que de seguro podrás utilizar: «Para mi amada madre que está en el cielo. Madre te ofrezco lo mejor de mi, el esfuerzo de cada día para ser mejor y el amor más puro que un hijo pueda dedicar a su madre».
Oración de sanación para una madre enferma
“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.” Jeremías 33:3. Así es, no te des por vencido, el Espíritu Santo está de tu lado.