No importa el tamaño de las olas, Jesús esta en el barco. En la vida del creyente siempre van a ver problemas, pero lo importante es recordar que cuando dejamos a Dios todos nuestros problemas él nos da paz en medio de tanta tribulación, confiemos en su amor y propósito para nuestras vidas.
La palabra de Dios dice:
Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre. Salmos 31:3 | NVI |
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13 | NVI |
#Comparte este bello mensaje en tus redes sociales y evangelicemos juntos. Dios te bendiga.