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Reflexión: Jesús el Camino, La Verdad y la Vida

Hola, Dios te bendiga, en esta oportunidad te traemos una hermosa reflexión sobre un versículo muy famoso que se encuentra en la Biblia, pero no solamente se queda ahí, nos trae una hermosa enseñanza que de seguro bendecirá tu vida y aprenderás el significado de este pasaje bíblico en todos sus aspectos.

Jesús: el camino, la verdad y la vida

En el libro de Juan podemos leer que Jesús es el camino hacia Dios. ¿Cómo puede ser posible? La realidad es que tan pronto Adán y Eva escogieron pecar desobedeciendo a Dios, Él comenzó a trazar el plan para nuestro perdón. Dios no nos quiso dejar separados de su presencia ¡Todo lo contrario! Él tomó la iniciativa. Decidió venir encarnado como un ser humano, Jesús, para morir en la cruz como el sacrificio perfecto y así darnos el regalo de morar con Él por la eternidad.

Por ello, Jesús pudo declarar ser el único camino para llegar a Dios. No solo eso, sino que es a través de él que podemos conocer la verdad y recibir la vida eterna. Veamos por qué Jesús dijo esas palabras y descubramos la importancia que tienen para nuestra vida.

Jesús: el camino, la verdad y la vida

¿Con quién hablaba Jesús?

Jesús se encontraba con sus discípulos en la última cena. Él les estaba explicando que su fin se acercaba y que debía regresar al Padre así que ya no estaría más con ellos físicamente. Ellos se asombraron y se entristecieron. Habían pasado tres años con Jesús, eran sus amigos, sus discípulos. Y ahora se tenían que despedir de Él.

En ese momento de tristeza y confusión Jesús los anima:

Juan 14:1-4

No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y, si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy.

Jesús les explica que esta separación de forma física sería temporal, luego ellos también irían al hogar del Padre. Incluso, les dice que ya ellos conocían el camino al Padre. Tomás, siempre curioso, le pregunta que cómo era posible que ellos conocieran el camino si ni siquiera sabían dónde era el hogar del Padre. Es ahí que Jesús contesta con este versículo importante.

Juan 14:6

Yo soy el camino, la verdad y la vida le contestó Jesús: Nadie llega al Padre sino por mí.

Jesús, el camino a Dios

Lo primero que Jesús dice es “Yo soy el camino”. ¿El camino a dónde? El camino al Padre, al hogar del Padre. No resulta tan complicado de entender: un hijo sabe dónde vive su padre. Jesús estaba en la tierra, pero antes había estado al lado del Padre en el hogar celestial y sabía cómo regresar allá. Por eso, Él es el camino, Él nos conduce hasta Dios Padre a través de su muerte y su resurrección.

Pero todo va más allá, Jesús estaba animando a sus discípulos a cambiar la mirada de lo temporal a lo eterno. Nosotros también tenemos ese gran reto. Nuestro hogar aquí en la tierra es temporal y terminará. Pero podemos tener la morada eterna en la casa del Padre y debemos decidir mientras estamos vivos si queremos vivir con Él por la eternidad.

Jesús es la provisión de Dios para que vivamos con Él por toda la eternidad. Solo Jesús estuvo dispuesto a morir por nuestros pecados. Él había declarado: “El Padre y yo somos uno”. Solo en Jesús encontramos el perdón que necesitamos. Por nosotros mismos o por nuestros propios esfuerzos nunca seríamos capaces de obtener la salvación y la vida eterna. Dios mismo nos abrió el camino por medio de su hijo Jesucristo.

Jesús, la verdad que nos libera

En Jesucristo está revelada la verdad sobre cómo es Dios Padre. Al leer los evangelios nos damos cuenta del amor tan grande de Dios para la humanidad, cuánto le interesa nuestro bienestar físico (nuestra salud, por ejemplo) y, sobre todo, nuestro bienestar espiritual. El ministerio de Jesús consistió en sanar enfermos, liberar endemoniados, resucitar muertos, consolar a los afligidos… Y todas esas acciones revelan claramente la verdad sobre el corazón de Dios y su gran amor por nosotros.

Dios nos ama demasiado y saber eso debe llenar nuestros corazones de gozo y gratitud. El sabernos amados de una forma tan real y completa nos libera. Nos hace libres para vivir la vida que Dios desea que vivamos dejándole guiarnos. Aceptamos los retos diarios porque sabemos que Dios nunca nos dejará solos. Contamos con su ayuda y podemos tener la confianza de su fidelidad y presencia en medio de cualquier situación.

Jesús, la vida

En Jesús encontramos la verdadera vida, una con propósitos claros tanto para nuestros años sobre la tierra como para la eternidad. El diablo intenta quitarnos la paz, la salud, la certeza de que nuestra vida cuenta para algo. Su deseo es mantenernos desanimados y separados de Dios. Le damos permiso para hacerlo cada vez que pecamos y elegimos rechazar a Dios.

Sin embargo, Jesús vino a la tierra para que podamos tener la vida abundante que Dios desea para nosotros.

Juan 10:10

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.

Con su vida Jesús nos mostró cómo vivir, qué prioridades tener, cómo actuar. Con su muerte y su resurrección Jesús venció el poder de la muerte. Gracias a él tenemos acceso a la vida que el Padre había deseado para nosotros desde el principio: una vida en amistad con Dios, disfrutando de su presencia por siempre.

Cuando le pedimos a Jesús que sea nuestro Señor y Salvador, abrimos la puerta a esa vida abundante que Dios nos quiere dar. Su Espíritu Santo nos llena con su fruto y nos capacita para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios para nosotros. En Cristo vivimos con esperanza; está en nosotros escoger si aceptaremos vivir cada día con Él y por la eternidad.

Jesús es la vida eterna

Esperamos que esta hermosa reflexión sobre Juan 14:6 sea de mucha bendición a tu vida, no hay duda sobre este pasaje, ya que, nos confirma el poder y la verdad de Jesús, conociendo ahora que por medio de Él, podemos ver el camino correcto, que no hay otra verdad más que Él, y en su muerte y resurrección tenemos vida eterna.

Jesús el Camino, La Verdad y la Vida – Predica

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