Hola, Dios te bendiga. En esta oportunidad te traemos una gran tema que de seguro te gustará y bendecirá tu vida, por ello, trataremos el tema acerca de la santidad, y que dicen las Sagradas Escrituras sobre ello, es importante conocer que es la santidad, ya que, dentro de la iglesia se ha confundido mucho, y nos guiaremos de lo que dice la Biblia.
Qué es la santidad según la Biblia
La santidad en la Biblia tiene que ver con Dios y con su obra en nosotros. ¡Dios es santo! Él es el único completamente puro, perfecto, sin culpa y sin mancha. No hay nadie como él.
Pero la santidad envuelve otro aspecto importante: Dios llama a sus hijos a ser santos. Él desea que sus hijos vivan vidas puras, consagradas y dedicadas a él. Por eso, el día a día de los que aman y sirven a Dios debe reflejar el corazón y la naturaleza del Padre. Esto debe ser así en todo momento y en todo lo que se haga, tal como leemos en 1 Pedro 1:15-16.
1 Pedro 1:15-16
Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: Sean santos, porque yo soy santo.
2 Timoteo 1:9
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.
Por un lado, los hijos de Dios ya son santos gracias a su relación con él. En el mismo momento en el que aceptaron a Jesús como Señor y Salvador se convirtieron en hijos de Dios. Todo lo anterior quedó atrás y gracias a la obra redentora de Cristo en la cruz ahora son santos, puros y limpios de todo pecado. Esa es su identidad.
Por otro lado, los hijos de Dios son llamados a vivir en santidad: «Sean santos» (1 Pedro 1:16). Esto quiere decir que sus vidas deben mostrar que han escogido seguir a Jesús y que han permitido que él transforme su ser. O sea, esa santidad se notará en su carácter, en sus acciones y en sus palabras.
La santidad, la vida dedicada a Dios, impactará sus actitudes. Quien vive en santidad no habla ni actúa tal como lo hacen los que no aman a Dios. Vivir una vida santa es vivir la vida como Dios desea. Para lograrlo, hay que tener una relación bien estrecha con Dios manteniéndose atentos a su voz, obedeciéndole en todo. Todo lo que se haga, se diga o se piense dará testimonio de esa vida de santidad.
Amar a Dios y recibirlo como Señor es una experiencia transformadora. Dios nos libera del poder del pecado, toda esa impureza queda atrás. Comienza el proceso de transformación y de santificación que culminará en el momento en el que dejemos el cuerpo terrenal y comencemos a disfrutar de la vida eterna en toda su plenitud.
Algunas áreas para vivir en santidad
Nuestra relación con los demás
Hebreos 12:14-15
Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos.
1 Tesalonicenses 3:12-13
Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes. Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre.
La pureza del cuerpo y del espíritu
2 Corintios 7:1
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
1 Tesalonicenses 4:7
Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad.
1 Tesalonicenses 4:3-4
La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa.
1 Corintios 3:16-17
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
La mente renovada
Romanos 12:1-2
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Efesios 4:22-24
Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.
La proclamación del evangelio
1 Pedro 2:9
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Versículos para profundizar el tema
Versículos sobre la santidad de Dios
Éxodo 15:11
¿Quién, ¿Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.
1 Samuel 2:2
Nadie es santo como el Señor; no hay roca como nuestro Dios. ¡No hay nadie como él!
1 Samuel 6:20
Y los habitantes de Bet Semes dijeron: El Señor es un Dios santo. ¿Quién podrá presentarse ante él? ¿Y a dónde podremos enviar el arca para que no se quede entre nosotros?
Salmo 99:9
Exalten al Señor nuestro Dios; adórenlo en su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!
Salmo 22:3
Pero tú eres santo, tú eres rey, ¡tú eres la alabanza de Israel!
Isaías 6:3
Y se decían el uno al otro: Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.
Ezequiel 39:7
Y me daré a conocer en medio de mi pueblo Israel. Ya no permitiré que mi santo nombre sea profanado; las naciones sabrán que yo soy el Señor, el santo de Israel.
Apocalipsis 4:8
Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. Y día y noche repetían sin cesar: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir.
Apocalipsis 15:4
¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no glorificará tu nombre? Solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque han salido a la luz las obras de tu justicia.
Levítico 11:44
Yo soy el Señor su Dios, así que santifíquense y manténganse santos, porque yo soy santo.
Versículos sobre la santidad en el pueblo de Dios
Lucas 1:74-75
Nos concedió que fuéramos libres del temor, al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en su presencia todos nuestros días.
1 Corintios 1:1-2
Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros.
Éxodo 19:5-6
Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece, ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
2 Timoteo 1:9
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.
2 Corintios 7:1
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
Esperamos que este gran devocional sea de mucha bendición a tu vida, que puedas entender en Dios que la Santidad es un aspecto importante para los hijos de Dios, pero que también es cuestión personal, no olvides que Dios trabaja diferente con cada persona y que nuestra verdadera «Santidad» está en nuestra forma de vivir todos los días, Dios te bendiga.