Hemos aprendido bastante de Agar en la primera y segunda parte. Ahora vamos con la tercera entrega de estos bendecidos devocionales para mujeres.
Seguimos en Génesis 21:8-21. Desgaste físico, emocional y espiritual. Se manifiesta en cansancio, en enfermedades, en miedo. Agar estaba exhausta después de todo lo ocurrido. Agotada de pensar cómo salir de la situación, de caminar, de sufrir pro la impotencia de no poder hacer más por su hijo. Pero cuando escuchó la voz de Dios y esa bella promesa de futuro para su hijo, al mismo tiempo, encontró la forma de saciar la sed que la debilitaba.
19” Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua. Fue Agar, llenó de agua el odre y dio de beber al muchacho.”
¿Acaso la fuente de agua siempre estuvo ahí? ¿Acaso Agar fue incapaz de ver ese fuete por estar tan afligida? Es posible. El punto es que cuando por fin, escuchó a Dios, también encontró la forma de saciar su necesidad más profunda y la de su hijo.
Tal vez el hecho de que estés leyendo esto es un llamado divino a que descanses, que confíes. Quizá en el momento en que sueltes las situaciones y te des cuenta de que Dios está a cargo de tu vida, encontrarás también que esa sed, esa necesidad en tu corazón y en tu cuerpo físico también son saciadas. Tendrás paz.
Oración:
Señor amado, hoy recibo esa paz que sobrepasa todo entendimiento. Tu Palabra dice que quien beba del agua que tú le das, no tendrá sed jamás. Yo sé que hoy mi ansiedad se termina, mi corazón está saciado, tú lo llenas todo. Amén