«No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.» Versículo clave: Filipenses 2:3 (NVI)
Reflexión:
La humildad es una virtud que a menudo pasamos por alto en nuestra vida cotidiana. Vivimos en un mundo que promueve el orgullo y la autosuficiencia, pero la Biblia nos enseña que la humildad es una cualidad esencial en la vida de un creyente.
El apóstol Pablo nos exhorta en Filipenses 2:3 a no hacer nada por egoísmo o vanidad, sino a considerar a los demás como superiores a nosotros mismos.
Esta actitud humilde no significa que debamos menospreciarnos, sino que debemos reconocer que todos somos iguales ante Dios y que debemos tratar a los demás con respeto y amor.
La humildad se manifiesta cuando reconocemos nuestras limitaciones y dependencia de Dios. En Proverbios 3:34 (NVI) leemos:
«Ciertamente él escarnece a los arrogantes, pero da gracia a los humildes». Dios honra a aquellos que humildemente confían en Él y reconocen que todo lo que tienen proviene de Su bondad.
Jesús mismo nos dio el ejemplo máximo de humildad. A pesar de ser el Hijo de Dios, se humilló al tomar la forma de un siervo y morir en la cruz por nuestros pecados (Filipenses 2:6-8). Su humildad nos salvó y nos reconcilió con Dios.
La humildad también se manifiesta en la manera en que tratamos a los demás. En Mateo 23:12 (NVI), Jesús dice:
«Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Cuando servimos a los demás con humildad, reflejamos el amor de Cristo y abrimos la puerta para que Dios nos bendiga.
Oración:
Querido Dios, ayúdame a cultivar la humildad en mi vida. Reconozco que todo lo que tengo viene de Ti, y no quiero actuar por egoísmo o vanidad. Permíteme seguir el ejemplo de Jesús, que se humilló a sí mismo por amor a nosotros. Ayúdame a considerar a los demás como superiores a mí mismo y a tratar a todos con amor y respeto. En el nombre de Jesús, amén.
La humildad es un rasgo que honra a Dios y edifica relaciones saludables con los demás. Al buscar vivir con humildad, experimentamos la gracia y la bendición de Dios en nuestras vidas.