«Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» Versículo clave: 1 Tesalonicenses 5:18 (NVI)
Reflexión:
La gratitud es una actitud que transforma nuestras vidas y honra a Dios en todo momento. Aunque a menudo enfocamos nuestra atención en lo que nos falta o en las dificultades que enfrentamos, la Biblia nos llama a dar gracias en todas las circunstancias.
La gratitud no se basa en nuestras circunstancias, sino en la confianza en un Dios soberano y amoroso. En Filipenses 4:6 (NVI), se nos anima a «no angustiarnos por nada, sino en toda ocasión, con oración y ruego, presentar nuestras peticiones a Dios y darle gracias».
La oración y la gratitud van de la mano, y al agradecer a Dios en medio de las dificultades, encontramos paz.
En Efesios 5:20 (NVI), Pablo nos insta a «dar gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo». Esto significa que incluso en los momentos difíciles, podemos confiar en que Dios está obrando para nuestro bien.
La gratitud también nos ayuda a enfocarnos en las bendiciones que ya tenemos en lugar de lo que nos falta. En 1 Timoteo 6:6 (NVI) se nos dice:
«Es cierto que con la devoción a Dios, la religión es una gran fuente de ganancia, pero solamente para quienes están satisfechos con lo que tienen». Al ser agradecidos por lo que tenemos, vivimos con contentamiento.
Finalmente, la gratitud nos lleva a alabar a Dios por Su generosidad. Salmo 100:4 (NVI) nos dice: «Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre».
A medida que alabamos a Dios por Sus bendiciones, nuestro corazón se llena de gozo y adoración.