El Salmo 91 es un himno de confianza en la protección y el refugio que encontramos en Dios. Nos recuerda que, al poner nuestra esperanza en el Altísimo, somos guardados y protegidos de manera extraordinaria.
El versículo 1 nos dice que aquel que habita bajo el abrigo del Altísimo vive bajo Su sombra. Esto representa una relación cercana con Dios, donde encontramos refugio y paz en Su presencia. En momentos de adversidad, Dios es nuestro castillo y nuestra esperanza.
Los versículos 3-6 describen la increíble protección que Dios brinda a quienes confían en Él. Él nos libra de peligros, tanto visibles como invisibles. Sus alas nos cubren y nos hacen seguros. La verdad de Dios es un escudo contra el miedo y el peligro.
El Salmo 91 también menciona la protección de los ángeles de Dios (versículos 11-12). Nos recuerda que Dios envía a sus ángeles para guardarnos en todos nuestros caminos. Como resultado, podemos enfrentar desafíos y peligros con valentía y confianza, sabiendo que Dios está a nuestro lado.
El salmo concluye hablando de la victoria sobre las amenazas simbólicas, como el león y el dragón. Esto nos recuerda que, con Dios como nuestro refugio, podemos superar cualquier adversidad.
Hoy, encuentra consuelo en la promesa de protección y refugio en Dios. Pon tu esperanza en el Altísimo y confía en Su fidelidad. En medio de los desafíos, recuerda que Dios está contigo, guardándote en todos tus caminos, y eres más que vencedor en Él.
Texto Bíblico: Salmos 91 (RVR1960)
1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el espanto nocturno,
Ni saeta que vuele de día,6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Pero a ti no llegará.8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.