En esta oportunidad te traemos un grandioso devocional, esperamos que sea de bendición, ya que, nos basamos en una historia real que narra la Biblia y que de seguro te identificarás mucho con ella, ya que, como hijos de Dios muchas veces vienen pruebas o gigantes a nuestra vida, pero te invitamos a que leas el artículo completo, bendiciones.
David y Goliat: 5 principios para vencer los gigantes en tu vida
En la historia de David y Goliat podemos aprender cinco principios que nos ayudarán a hacer frente a los grandes desafíos o “Gigantes” que vienen a nuestra vida.
Estos son los 5 principios importantes:
- La importancia de conocer a Dios
- Debemos conocer las armas con las que contamos
- Es importante conocernos a nosotros mismos
- No debemos dejarnos intimidar por lo que vemos u escuchamos.
- Nuestro mayor deseo debe ser que Dios sea glorificado.
La historia bíblica
En la biblia encontramos la historia de David y Goliat en 1 Samuel 17. Los filisteos, enemigos férreos de Israel, habían desafiado a los israelitas a la guerra. Los dos ejércitos se posicionaron frente a frente en montes opuestos, con el valle de Elá de por medio, y esperaron.
Por 40 días Goliat, un gigante filisteo con una armadura impecable, salió por la mañana y por la tarde a retar al pueblo de Israel con un tono bastante burlesco.
1 Samuel 17:8-9
¿Para qué están ordenando sus filas para la batalla? ¿No soy yo un filisteo? ¿Y no están ustedes al servicio de Saúl? ¿Por qué no escogen a alguien que se me enfrente? Si es capaz de hacerme frente y matarme, nosotros les serviremos a ustedes; pero, si yo lo venzo y lo mato, ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán.
Todo el ejército de Israel se sentía intimidado, desde el rey Saúl hasta el soldado más joven. Estaba en juego la libertad del pueblo La Biblia dice que al oír lo que decía el filisteo, Saúl y todos los israelitas se consternaron y tuvieron mucho miedo.
David era el menor de ocho hermanos y sus tres hermanos mayores estaban con el ejército de Israel. Como habían pasado ya 40 días, su padre Isaí que estaba muy mayor le pidió que fuera al frente de batalla a llevar algo de comer y a ver cómo se encontraban sus hermanos.
David era pastor así que dejó a otro pastor encargado de sus ovejas, fue al frente de batalla y se encontró con la situación. Cada ejército en su monte, el valle en el centro, y Goliat desafiando a los israelitas a viva voz. También escuchó que, aunque Saúl ofrecía una gran recompensa al que se atreviera a pelear, el número de voluntarios era sorprendentemente bajo, nadie tenía la valentía.
David se indignó. ¿Quién se cree este filisteo pagano, que se atreve a desafiar al ejército del Dios viviente? Se cuestionó. Varios que lo oyeron fueron donde Saúl y este mandó a llamar a David. Hablaron un rato y David logró convencer a Saúl para que le permitiera enfrentarse a Goliat. ¿Su fundamento? Dios lo había librado en varias ocasiones de animales salvajes y él confiaba en que Dios lo libraría de Goliat.
De esta manera David se enfrentó a Goliat, le ganó y lo mató armado únicamente con una honda, su bastón, su bolsa de pastor y 5 piedras lisas. Pero esa no fue la única arma que empleo David.
La base del éxito de David
1) David conocía a Dios
David sabía del gran poder de Dios, ya que, lo había experimentado en su propia vida. Aunque era muy joven, probablemente un adolescente, él ya sabía sin ninguna duda que Dios es fiel y que ayuda a sus hijos en todo momento.
Como pastor de ovejas David había visto animales grandes y feroces atacar a su rebaño. Dios lo había ayudado dándole la fuerza y las aptitudes fundamentales para vencerlos. Por ello, su fe en Dios era firme y estaba completamente seguro de que Dios lo ayudaría en esa ocasión a vencer a Goliat.
2) David conocía sus armas
Saúl brindó a David su uniforme de batalla y sus armas, pero David prefirió no utilizarlos. ¡Ni siquiera podía caminar llevando todo eso encima! Prefirió usar las armas que usaba a diario para proteger a sus ovejas: su bastón, su bolsa de pastor, su honda y cinco piedras lisas que escogió con mucho cuidado. Sabía cómo utilizarlas, para qué servían y cómo podía sacar el mejor provecho de ellas para que fueran firmes.
David también conocía cuál era su arma más poderosa, “El nombre poderoso de Dios” Su confianza estaba realmente puesta en Dios, no en su propio conocimiento como pastor de ovejas. Por ello, estaba tan seguro de que conseguiría la victoria, aun cuando la lógica y la vista apoyaran lo contrario.
3) David se conocía a sí mismo
David vigilaba el rebaño de su familia, sabía utilizar su fuerza y su inteligencia para rescatar a las ovejas. Él conocía su rapidez y su agilidad. Sabía cuál era la distancia perfecta para atacar con efectividad sin arriesgarse demasiado. Él conocía las habilidades que Dios le había dado y las usaba con confianza.
4) David no se dejó intimidar por lo que vio:
Hasta Saúl, que era el rey de Israel y el hombre más alto entre todos los del pueblo se sentía acobardado por el tamaño y la armadura de Goliat. Este por su parte se aprovechaba de ese temor y lanzaba amenazas a gran voz. Pero David no se dejó intimidar por la apariencia.
David se fijó en algo en lo que los demás no observaban, la parte de Goliat que estaba desprotegida. Ese pequeño espacio de la frente del gigante que quedaba expuesto. Concentró su atención en acertar ahí, dar un buen golpe justo en ese punto, y de esa forma le ganó.
5) David tenía un propósito, que Dios fuera glorificado
La gloria sería para Dios, su nombre sería engrandecido. David tenía la seguridad de que lograría vencer a Goliat en el nombre de Dios, pero no buscaba ser reconocido o admirado por ello. Él sabía que la victoria solo vendría por intervención divina. Dios sería glorificado y todos verían el gran poder salvador de Dios librando a sus hijos del mal.
La manera en la que Dios pelea o las armas que emplea pueden parecer ilógicas humanamente hablando. Pero, sus armas son las más efectivas y porque contienen mucho poder, con su bendición y nos llevan a glorificar y exaltar su nombre.
Esperamos que este grandioso tema sobre la historia de David y Goliat, sea de bendición, ya que, siempre, hemos tenido que luchar contra un gigante en nuestra vida, pero tenemos que confiar como David lo hizo en Dios, sabiendo que como hijos de Dios tenemos el respaldo, favor y gracia de Dios en cualquier situación, confía, Dios está contigo.