Hola, bendiciones, en esta ocasión te traemos una hermosa reflexión de la Palabra de Dios que bendecirá tu vida y te ayudará a conocer sobre el perdón de Dios hacia nosotros y en este caso, la palabra de Dios nos dará a conocer sobre como recibir el perdón de Dios, sin duda es algo que a todos nos interesa, ya que, llevamos una vida imperfecta y le fallamos a Dios, por ello, la Biblia nos indica todo acerca del perdón.
Cómo recibir el perdón de Dios
El perdón es uno de los temas fundamentales de la Palabra de Dios. Desde la historia de Adán y Eva en el libro de Génesis y por medio de las Escrituras vemos a muchas personas que pecaron y cometieron grandes errores. También observamos cómo Dios las perdonó y restauró. Son historias llenas de luchas y también del triunfo sobre el pecado y el mal.
Así es como Dios de que vivamos, en comunión con Él. Anhela perdonar nuestros pecados, restaurarnos en su amistad. Dios quiere que nuestras historias también reflejen la transformación que llega como producto de su perdón y su amor.
Muchas veces pensamos que somos buenos y justos, pero en nuestro interior sabemos que cometemos errores e injusticias. Mentimos y causamos dolor a otros por nuestro egoísmo. La Biblia llama a esto pecado, errar en el blanco, vivir separados de Dios. Pero, Él ha provisto la manera de reconciliarnos para restaurar nuestra relación con Él. En la Biblia encontramos textos inspiradores que nos hablan del perdón de Dios y nos dicen cómo recibirlo.
¿Cómo se recibe el perdón de Dios?
1) Confesar los pecados
1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
Primeramente, hay que expresar y reconocer las cosas malas que hemos hecho, decirlas a Dios. Él conoce todo y ya lo sabe. Pero nosotros necesitamos aceptar en humildad delante de él que le hemos fallado y que hemos hecho cosas que van en contra de su deseo para nosotros. Este paso de confesión abre la puerta para que su perdón fluya y nos alcance.
Dios nos limpia de toda maldad, no existe nada que podamos confesarle que Él no pueda perdonar. Su amor y su perdón alcanzan y cubren cada rincón de nuestro corazón.
2) Arrepentirse
2 Pedro 3:9
El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan.
No alcanza con confesar y reconocer las cosas malas que hemos hecho. ¡Tenemos arrepentirnos! Cuando nos arrepentimos expresamos el dolor que nos causa ver los errores que hemos cometido y eso nos impulsa a hacer los cambios necesarios para empezar a actuar como Dios desea.
El Padre anhela que todos nos arrepintamos, que reconozcamos que le necesitamos en nuestra vida. Quiere que nos reconciliemos con Él y le recibamos como Señor y Salvador. Él no desea que ningún ser humano pase la eternidad lejos de Él. Por eso espera con paciencia nuestro arrepentimiento.
3) Creer en Jesús
También tenemos que creer en Jesús porque solo en Él tenemos salvación. Necesitamos creer que Jesús es Dios, que por medio de su muerte en la cruz y su resurrección somos salvos y reconciliados con Dios.
Es necesario expresar con nuestra boca la certeza que hay en nuestro corazón. Debemos confesar que Jesús es el Señor. Decidimos pasar el señorío de nuestra vida a Él. Ya no hacemos más lo que queremos, no vivimos para satisfacer nuestro ego. Él es el Señor y le obedecemos porque nos ha transformado y ha dado sentido real a nuestra forma de vivir.
La obra de Jesús
1) Perdón
Efesios 1:7-8
En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento.
La sangre que Jesús derramó en la cruz fue el precio que Él pagó para que nuestros pecados fueran perdonados. Él nos redimió, nos rescató y ya nos somos presos del pecado. Por medio de Jesús somos libres de su poder. Y todo esto ha sido por la gracia abundante de Dios, un regalo que no merecíamos.
2) Redención
Colosenses 1:13-14
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.
Gracias a la obra de Jesús hizo en la cruz del Calvario, el pecado que nos separaba de Dios no tiene más poder sobre nosotros. No somos más sus esclavos. Ahora pertenecemos al reino de Jesús, reino de luz, de perdón y libertad, es una gran alegría.
3) Intercesión
1 Juan 2:1-2
Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.
Dios anhela que vivamos de manera tranquila y obediente, pero conoce nuestra naturaleza humana. Sabe que podemos fallar en ocasiones aun cuando nuestro deseo es de ser fieles y obedientes. Jesús intercede por nosotros, es el único que puede hacerlo porque solo Él está libre de pecado, es totalmente justo y misericordioso. Él entra seguidamente a nuestro favor, restaurándonos como hijos perdonados.
Resultado del perdón de Dios
Es claro que no merecemos ser salvos y perdonados, rescatados del poder del pecado. Pero Dios nos lo concede de todas formas. No somos salvos por lo que hacemos, somos salvos por lo que Jesús ya hizo por nosotros.
1) Dicha
Salmo 32:1
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados.
El perdón trae consigo una gran alegría, hay gran alegría y libertad en saber que somos hijos de Dios. Nuestros pecados ya no cuentan, Dios los borró para siempre.
2) Amor
Lucas 7:47
Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.
El perdón de Dios llena nuestro corazón de gratitud y de amor hacia Él. Ese amor será evidente a los demás y se manifestará en acciones que exalten a Dios y muestren que hemos sido transformados por Él.
3) Nuevo comienzo
Salmo 103:12
Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.
Esperamos que este estudio Bíblico que hemos hecho, sea de bendición a tu vida. Cuando Dios nos perdona Él decide no tomar en cuenta nuestros pecados. Cristo llevó nuestros pecados en la cruz y nos concede la oportunidad de comenzar nuevamente, una nueva vida guiada, plena y apegada a su voluntad que es perfecta y bueno.