Saltar al contenido

¿CÓMO PUEDO PERDONAR? – BOSQUEJO

  • Tema: ¿CÓMO PUEDO PERDONAR?
  • Texto Base: Lucas 17:3 

Introducción

Perdonar es un proceso que puede ser más fácil o difícil dependiendo de la clase de ofensa recibida. NO todas las ofensas causan el mismo grado de daño.

¿Cómo podemos actuar en cada situación? ¿Qué nos dice la Biblia sobre cada situación?

  1. Ofensas leves. Si comparamos las ofensas leves, son como raspones o heridas superficiales que requieren limpieza y una bandita.

Lucas 17:3 “Si tu hermano peca, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento” perdónalo.”

En este versículo nos habla de un diálogo en el que expresas que te sientes ofendido, que algo te dañó. Existe esta doble vía y la oportunidad a la otra persona para darse cuenta de que hizo mal contra ti.

  1. Heridas profundas. Estas heridas profundas son aquellas que son ocasionadas con intención de dañar.  Van más allá de una palabra descuidada, una mirada o una acción sin mayores daños.  Estas heridas muchas veces son causadas por el abandono, la difamación, un robo, una injusticia, la humillación y cosas similares.

Mateo 5:44-45 “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 

Este mandato de Jesús lo hizo para quitar de la mente una enseñanza del tiempo de Moisés, la ley del talión “Ojo por ojo y diente por diente” que básicamente se trataba de corresponder en la misma medida a la ofensa recibida.   Pero Jesús no sólo enseña a no responder igual, sino a hacer algo bueno por el ofensor.

  1. Heridas de muerte. Ante una situación así, en el aspecto físico, se requiere de una asistencia médica profesional.  Requiere muchas veces de estar en el quirófano y dejar que un especialista se encargue de limpiar, suturar, quitar tejido muerto y demás.

Génesis 50:19-20 —No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente?  Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos.

Para llegar a decir esto, José pasó un largo proceso para entender que detrás de todo lo recibido por sus hermanos (Traición, intento de asesinato, la privación de estar con su familia) había un propósito divino.

Conclusión

Sin importar el tipo de ofensa y el grado de dolor que haya producido en tu corazón, lo mejor para ti y de alguna manera para las personas cercanas a ti,  dejar eso en el pasado y no permitir que siga afectando tu futuro.

Consejos prácticos

  1. Si el daño recibido es superficial, déjalo atrás pronto, provoca una situación donde puedas halar y extender el perdón.
  2. Si el daño es profundo, pídele al Espíritu Santo, que sane tu corazón y te dé la capacidad de perdonar.
  3. Si el daño es mortal, deja que el médico divino inicie en tu vida un proceso de sanidad profunda. Toma tiempos de intimidad con Dios en oración y ayuno. Procura la paz, desahógate en su presencia.

Gracias por leer este bosquejo cristiano, recuerda que tenemos más bosquejos de prédicas cristianas para mujeres. Que sean de bendición.

Rate this post