Bendiciones, en esta ocasión te traemos un lindo devocional que llenará tu alma y tu espíritu, estamos seguros que cada versículo con su contexto te hablará en donde estés, sin duda la palabra de Dios es una palabra viva y eficaz, que transforma y cambia personas, Dios viene por pecadores arrepentidos de corazón, no hay nada imposible para Él.
Salmo 51 explicado: la oración de un pecador arrepentido
David viene siendo uno de los personajes bíblicos más conocidos en todo el mundo. Seguro que has escuchado en algún momento de tu vida la historia del joven David y su victoria sobre el gigante Goliat. La vida de David fue una de mucha acción, dedicada al servicio del Señor.
David era el hijo menor de su familia, pastor de ovejas y músico. A pesar de lo normal de su existencia, Dios lo escogió desde muy joven para una labor especial: ser el segundo rey de Israel. Sus hermanos eran más grandes y fuertes, pero Dios escogió a David porque tenía un buen corazón delante de él (1 Samuel 16:7).
A David se le atribuye la autoría de 73 de los Salmos que tenemos en la Palabra de Dios. Los Salmos son estructuras poéticas que dan a conocer las alegrías o pesares de sus autores y sus experiencias con Dios. Por ejemplo, en el Salmo 51 David expresa con claridad la tristeza profunda que sintió al ser confrontado con su pecado, uno que trajo fuertes consecuencias y que marcó a su familia para siempre.
La historia detrás del Salmo
En 2 Samuel 11 y 12 podemos ver que una tarde el rey David se levantó y subió al terrado del palacio donde vivía desde donde podía ver los terrados de otras casas. En uno de ellos pudo ver a una mujer bañándose, Betsabé. Ella era muy guapa y David pidió información sobre ella. Le contaron sobre su familia y sobre su esposo Urías que estaba en la batalla junto con casi todos los hombres del pueblo. David la mandó a venir al palacio y se acostó con ella. La mujer quedó embarazada y él se dio cuenta de que se encontraba metido en un gran problema.
David hizo un plan, le dio permiso a Urías para que regresara por unos días e intentó que fuera a su casa y se acostara con su mujer. Pero Urías era fiel a sus compañeros de batalla y no deseaba gozar de privilegios que los demás no podían disfrutar en ese momento, así que no lo hizo.
Como este plan no funcionó David envió una carta por mano de Urías a Joab, el encargado del ejército. Le ordenó que pusiera a Urías en el frente de batalla, en el lugar más peligroso. Le dio instrucciones de abandonar a Urías cuando la batalla estuviera más intensa para que lo mataran los enemigos. En otras palabras, tramó el asesinato de Urías. Luego de la muerte de Urías, David se casó con Betsabé, pero esto no agradó a Dios.
2 Samuel 11:26-27
Cuando Betsabé se enteró de que Urías, su esposo, había muerto, hizo duelo por él. Después del luto, David mandó que se la llevaran al palacio y la tomó por esposa. Con el tiempo, ella le dio un hijo. Sin embargo, lo que David había hecho le desagradó al Señor.
Dios envió al profeta Natán a reprender a David. Ya había nacido el bebé, Dios había esperado a ver si David recapacitaba y se arrepentía, pero eso no sucedió. Natán fue y le narró una historia a David sobre dos hombres, uno rico y uno pobre, y cómo el hombre rico le arrebató al pobre su posesión más preciada. David se enojó mucho al oír la historia y declaró que el hombre rico debía morir.
2 Samuel 12:7-10
Entonces Natán le dijo a David: ¡Tú eres ese hombre! Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel, y te libré del poder de Saúl. Te di el palacio de tu amo, y puse sus mujeres en tus brazos. También te permití gobernar a Israel y a Judá. Y por si esto hubiera sido poco, te habría dado mucho más. ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor haciendo lo que le desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa! ¡Lo mataste con la espada de los amonitas! Por eso la espada jamás se apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer”.
Las consecuencias del pecado
David dejaría de recibir algunas de las bendiciones que Dios podría haberle dado. Al pecar, siempre perdemos algunas cosas buenas que Dios nos quiere dar porque nos apartamos de su plan.
También vemos que la familia de David estaría en guerra y desunión y así fue. Varios de sus hijos se vieron envueltos en tramas horribles de celos, envidia, incesto, deseo de poder, y murieron de forma violenta. Todo esto se podía haber evitado. El pecado de David abrió la puerta a muchas calamidades dentro de su familia.
Lo que podemos encontrar en el Salmo 51
Salmo 51:1
Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones.
Confesión y petición de perdón
David comienza pidiendo a Dios piedad y misericordia. Reconoce y confiesa su pecado como rebelión contra Dios sabiendo que solo él le podía perdonar. Dios es el único que puede darnos un nuevo comienzo. No importa cuán grande sea nuestro error al venir ante Dios en humildad reconociendo que le hemos fallado, él nos perdona, nos restaura y nos ayuda a seguir adelante.
Salmo 51:6
Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.
Cuando la verdad de Dios y su sabiduría reinan en lo más profundo de nuestro ser tomamos decisiones sabias que le glorifican a él y nos ahorramos muchísimos problemas.
Petición de limpieza y renovación
Salmo 51:10
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.
Salmo 51:11-12
No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga.
Los versículos del 10 al 12 son una oración pidiendo un corazón nuevo, limpio y recto ante Dios. Dios siempre puede crear algo nuevo y bonito hasta de nuestros errores. David le suplica a Dios que no le eche de su presencia ni le quite el Espíritu Santo. Necesitamos sacar tiempo para escuchar al Espíritu Santo y vivir dentro de su voluntad. El gozo que sentimos al obedecer nos confirma que estamos en el camino correcto, mientras que la pérdida del gozo es un buen indicador de que algo va mal.
Resultado de la restauración
David se compromete a ser testigo del Señor, a enseñar a otros el camino correcto y agradable a Dios (versículos del 13 al 15). Él decide vivir una vida llena de alabanza. No iba a permitir que su pecado arruinara el resto de su vida, sabía que en Dios siempre hay un nuevo comienzo. Él aprovecharía el suyo hablando del amor y el perdón de Dios. David anhelaba ver fruto de salvación, pecadores arrepentidos y transformados por el poder de Dios. La restauración de Dios trae sentido y un nuevo propósito a nuestra vida.
La humildad
Salmo 51:17
El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.
David se da cuenta de que la humildad nos acerca a Dios porque expresa nuestra sumisión y dependencia de él. Cuando pensamos que sabemos todo nos llenamos de orgullo y hacemos lo que nos parece mejor. Comenzamos a confiar en nuestras fuerzas y a tomar decisiones sin consultar antes con Dios en oración. Debemos crecer en humildad, reconocer que Dios sabe lo que es mejor para nosotros. Al obedecerle disfrutaremos de la plenitud de bendiciones que él nos quiere dar.
Busquemos más a Dios y llevar una vida apegada a él. Reconozcamos nuestros errores con humildad sabiendo que el camino por el que Dios nos lleva es el mejor, uno lleno de su paz y plenitud en el Señor.
Esperamos en Dios que este devocional que preparamos para ti, sea de ayuda y de bendición a tu vida, quizás muchas veces te has sentido mal por fallarle a Dios, pero no temas, aún tienes la oportunidad de confesar tus pecados al Padre y alcanzarás misericordia, es importante y sano llevar un vida apegado a la palabra de Dios, ser justo, humilde de corazón y rendir tu vida al propósito bueno y perfecto de Dios a tu vida, Dios te bendiga.