Aquí tienes una bonita historia con la promesa de Dios a Abraham con versículos bíblicos para que le expliques a tus niños:
Hace mucho tiempo, Dios hizo una gran promesa a un hombre llamado Abraham. Dios prometió a Abraham que sería el padre de una gran nación y que su descendencia sería bendecida.
«Yo haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.» (Génesis 12:2-3)
Abraham confió en Dios y siguió sus instrucciones. Dios lo guió por el camino correcto y lo protegió en todo momento. Abraham y su esposa Sara no tenían hijos, pero Dios le prometió a Abraham que tendría un hijo y que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo.
«Miró Abraham hacia el cielo, y contó las estrellas, si es que podía contarlas. Y le dijo Dios: ‘Así será tu descendencia’.» (Génesis 15:5)
Abraham creyó en la promesa de Dios, aunque parecía imposible, y Dios lo bendijo con un hijo llamado Isaac. Años más tarde, Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo como prueba de fe. Abraham confiaba tanto en Dios que estaba dispuesto a obedecer, pero Dios lo detuvo en el último momento y le ofreció un cordero en lugar de Isaac.
«Entonces extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Pero el ángel de Jehová le gritó desde el cielo, y dijo: ‘¡Abraham, Abraham!’ Y él respondió: ‘Heme aquí’». (Génesis 22:10-11)
Después de esta prueba de fe, Dios renovó su promesa a Abraham y su descendencia se multiplicó aún más. Finalmente, el pueblo de Israel, descendiente de Abraham, se convirtió en una nación grande y poderosa.
La promesa de Dios a Abraham nos enseña que Dios es fiel y que siempre cumple sus promesas, incluso cuando parecen imposibles. También nos muestra que Dios espera que confiemos en Él y sigamos sus instrucciones, incluso cuando no comprendemos lo que está sucediendo. Dios recompensa la fe y la obediencia, y bendice a aquellos que confían en Él.
En resumen, la promesa de Dios a Abraham es una historia de fe, obediencia y bendición. Es una historia que nos inspira a confiar en Dios y a creer en sus promesas, incluso cuando las cosas parecen difíciles o imposibles.